Al hablar de la rima, señalaremos los tipos de consonancia y asonancia y su disposición final o interna.
La consonancia puede ser perfecta, imperfecta o simulada:
La consonancia perfecta exige la coincidencia fonética exacta de todos los sonidos de la rima, como ocurre en el siguiente ejemplo de Amado Nervo:
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ella puse hiel y mieles sabrosas.
Como forma especial de la consonancia perfecta podemos señalar una “rima intensa” en la que además de coincidir los sonidos posteriores al acento, se produce la igualdad en uno o dos sonidos anteriores al mismo (como ocurriría entre “gentileza” y “nobleza”).
La consonancia imperfecta se produce cuando riman los diptongos “ié” y “ué” con la vocal “é” (entre “duerme” e “inerme”, por ejemplo), como en el ejemplo de Lope de Vega:
Pues muda vive, cantaré yo agora
con la voz que después decreta el cielo
lo que dice a la tarde y a la aurora,
tejido en tiernas plumas mortal velo.
Y vos, heroica y celestial señora,
por quien mi engaño equiparó su vuelo.
La consonancia simulada se refiere a la rima que tiene algunas leves diferencias en vocales y consonantes, la rima que se establece entre diptongos decrecientes y las vocales solas (“veinte/lente”, por ejemplo), tal como observamos en el poema de Luis Miguel Rubio:
La vida en las burbujas y en los tumbos,
a borbotones, sin pudor ni afrenta,
visionaria de vientos y de rumbos.
La vida del presente, del ahora,
la que no admite freno ni demora
cuando se acaban de cumplir los treinta.
La asonancia, a su vez, puede ser perfecta, atenuada, simulada y esdrújula.
La rima asonante perfecta o corriente se produce con la correspondencia exacta de todas las vocales, diptongos o triptongos que forman parte de la asonancia, como en el siguiente poema de García Lorca:
La niña del bello rostro
está cogiendo aceituna.
El viento, galán de torres,
la prende por la cintura.
La rima asonante diptongada o atenuada se produce de varias formas:
– Un diptongo o un triptongo rima en asonancia con la correspondiente vocal sola (piano/aclamo).
– Forman asonancia diptongos o triptongos de vocales tónicas idénticas, pero con grupos distintos (viento/puesto)
– Riman en asonante diptongos crecientes con decrecientes (tierra/deuda)
La rima asonante simulada o equivalente se refiere a las asonancias bisílabas que se consideran equivalentes en la sílaba postónica (i/e en unos casos y o/u en otros), como ocurriría entre “Venus” y “templo”.
La asonancia esdrújula se sirve de las condiciones de la diptongada y la simulada (“metrópoli” y “bronce”, por ejemplo), de la que tenemos un ejemplo en Emma-Margarita R.A.-Valdés:
Arriba a ti la voz de sus discípulos
rogando por Jesús, que les revela
su muerte, su cercano sacrificio
para acatar la ley de las estrellas.
En lo que respecta a la disposición de la asonancia y la consonancia, nos referimos a la rima final, a la rima interna y a las restricciones en el empleo de las rimas en la poesía moderna española.
En la rima final se produce la continua, la pareada, la cruzada o alterna y la abrazada.
La rima continua (aa aa aa) alcanza importancia literaria en el tetrástrofo monorrimo. Un ejemplo lo encontramos en Ramón Pérez de Ayala:
Con sayal de amarguras, de la vida romero,
topé, tras luenga andanza, con la paz de un sendero.
Fenecía del día el resplandor postrero.
En la cima de un álamo sollozaba un jilguero.
No hubo en lugar de tierra la paz que allí reinaba.
Parecía que Dios en el campo moraba,
y los sones del pájaro que en lo verde cantaba
morían con la esquila que a lo lejos temblaba.
La rima pareada (aa bb cc) es un elemento de composición en varias formas estróficas, como la redondilla o la octava. El siguiente ejemplo es de Bécquer:
Cuando entre la sombra oscura
perdida una voz murmura
turbando su triste calma,
si en el fondo de mi alma.
En la rima cruzada o alterna (abab cdcd) las rimas se separan por medio de otras que se interponen y se suelen utilizar en estrofas largas. Encontramos un ejemplo en el “Recuerdo infantil” de Antonio Machado:
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
En la rima abrazada (abba cddc) hay dos parejas de rimas en las que una encierra a las otras y es, por ejemplo, la forma más frecuente en la redondilla. El siguiente ejemplo es de Sor Juana Inés de la Cruz:
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?
La rima interna es la que se presenta en el interior del verso. Los trovadores utilizaron la rima empentatz o multiplicatos en el medioevo como adorno. En el renacimiento y barroco tuvo por modelo la obra de los italianos. Un ejemplo lo encontramos en Blas de Otero:
Mademoiselle Isabel, rubia y francesa,
con un mirlo debajo de la piel,
no sé si aquél o ésta, oh mademoiselle
Isabel, canta en él o si él en ésa.
Por otra parte, hay una serie de restricciones en el empleo de las rimas, como señalábamos. Por regla general, no debe rimar la misma palabra ni cuando es empleada en sentido figurado. Se señala como consonante débil o pobre la rima de dos palabras fonéticamente idénticas de distintos significados (Por ejemplo “amo” como verbo y como sustantivo). Se debe evitar, por otra parte, la rima entre una palabra libre y una compuesta (rima parónima) a menos que se sienta la correlación (como en precio/menosprecio). No se valoran las rimas entre formas morfológicas, como sufijos o desinencias (como dormido/vivida). Se deben evitar también las rimas gastadas por ser empleadas frecuentemente (como gloria/victoria).
Por último, recordemos la existencia de versos sin rima sueltos o blancos. Se suelen emplear en series de eneasílabos o pentasílabos, de una sola clase sin combinación. La renuncia a la rima permite la formación de ideas en formas más inmediatas. Encontramos un ejemplo en Vicente Aleixandre:
Deja, deja que mire, teñido del amor,
enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entrañas
donde muero y renuncio a vivir para siempre.
Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.