En general, aunque la estructura del texto argumentativo es muy flexible, podemos observar en él cuatro partes: introducción, tesis, argumentación y conclusión:
- Introducción: se enuncia el tema y la postura que se va a defender, procurando llamar la atención de los receptores.
- Tesis: se trata de un enunciado breve en que se expresa lo que se desea demostrar.
- Argumentación: son las razones que el emisor presenta para convencer al receptor de la validez de su tesis.
- Conclusión: se realiza una síntesis de las ideas principales del discurso.
La forma en que estos apartados se presentan es muy variada, aunque hay una serie de estructuras básicas: inductiva, deductiva, encuadrada, repetitiva y en paralelo:
- Estructura inductiva: se parte de los hechos para establecer una idea general que los ratifique. Se presentan los diferentes argumentos y la tesis se presenta al final como conclusión del proceso argumentativo (es la estructura conclusiva o sintética).
- Estructura deductiva: se parte de la tesis inicial y se llega a una conclusión (es la estructura explicativa o analítica).
- Estructura encuadrada: se parte de una idea general, a la que siguen los argumentos. Estos generan la tesis al final (se denomina también enmarcada y circular)
- Estructura repetitiva: la tesis se repite a lo largo del texto (tanto esa tesis como los argumentos se intercalan sin un orden prefijado).
- Estructura en paralelo: se presentan diferentes tesis y se argumentan al mismo tiempo.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que, si tenemos en cuenta la situación comunicativa, podremos hablar de estructura monologada y dialogada. En la primera es un solo sujeto el que organiza la totalidad del texto argumentativo. En la dialogada, la argumentación se desarrolla a través de réplicas sucesivas.