Gloria Fuertes nació en Madrid en 1917. Era la menor de nueve hermanos dentro de una familia humilde. Siempre quiso escribir. Con tan solo cinco años escribía y dibujaba sus propios cuentos, aunque el no tener dinero la obligó a trabajar. A los 17 años ya había comenzado a recitar sus poemas en Radio Nacional y había dado forma al libro de poemas Isla ignorada, que se publica en 1950. También a esa edad pierde a su madre y se emplea en una fábrica. Allí, a ratos perdidos, escribe poemas.
La guerra civil marca su vida (ella misma explicó que “sin la tragedia de la guerra nunca hubiera escrito poesía”) y le dio un carácter marcadamente pacifista que se plasma en una obra repleta de humor, antibelicista, en la que se critica lo que hay de absurdo en la civilización.
Al borde
Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.
He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.
(Antología y poemas del suburbio, 1954).
Aunque Gloria Fuertes se definió como autodidacta, aparece ligada al movimiento literario conocido como la generación del 50. Dentro de este grupo se incluye el postismo, un movimiento influenciado por las vanguardias francesas.
Carta
Queridos pobres:
Recibí todas vuestras cartas,
las que no me habéis escrito llegaron,
por el aire que viene de las casas baratas,
por el aire que viene de la aldea,
por el aire que viene de la fábrica,
por el aire que viene de la mina,
por el aire que viene de la barca,
elegidos ciudadanos sencillos, sé todo lo que os pasa.
Los que tenéis oficios,
los que pisáis andamio,
los que con la herramienta os herís a lo tonto,
los que andáis por el agua de Valencia,
los que hacéis el arroz o los garbanzos,
los que dormís de día y por la noche
en la barca a recogernos el pescado.
Recibí vuestras cartas labradores,
vendimiadores recibí vuestros salmos
y pescadores también vuestras noticias,
sé todo lo que hacéis y lo que os pasa siento,
quedo enterada de que algunos jornales han subido
y aún no os llega;
y os llega como sé el agua al cuello,
y la voz nunca os llega a no ser mía,
pero os llega el trabajo a la mañana
y la salud al cuerpo
y el hijo otra vez, enhorabuena.
Yo no puedo de lo que me decís haceros nada.
Tan sólo recordaros ya que el hombre de libros está en ello,
que os dibuja mis pobres, que os entiende,
que se quiere ocupar de todo eso, que me decís
/en vuestras cortas cartas.
y escribirán a los ministros.
Y nada más por hoy pobres amigos,
lo mejor de la vida sois, lo que la alza.
También entráis vosotros los que vais a oficina,
los que vendéis verduras y los que hacéis las casas,
los que guiáis los coches, los que regáis con agua.
pobres de mil oficios, no estáis solos,
aquí un poeta os canta,
luego vendrán más.
(De Poesía Social, Leopoldo de Luis, 1982)
Acabada la guerra civil, entre 1940 y 1953, publica cuentos, historietas y poesías para niños en la revista Maravillas. Por esas fechas se estrenan obras suyas de teatro infantil, y colabora en revistas como “Chicas”. Destacan entre estas colaboraciones las historietas de “Coletas y Pelines”, que fueron muy populares entre los lectores infantiles.
En 1947 se une a María Dolores de Pueblos y Adelaida Lasantas para fundar una tertulia de mujeres poetas denominada “Versos con Faldas”. Una antología de los poemas de esta tertulia fue realizada por Lasantas.
Entre 1950 y 1954 creó y dirigió la revista poética Arquero con otros autores como Antonio Gala.
Entre 1955 y 1960 estudió en el International Institute, donde conoció a la hispanista Phyllis Turnbull. Su relación duró quince años.
En 1961, obtiene una beca “Fulbright” que le permite enseñar literatura española en la Universidad Bucknell.
Una de las etapas más importantes para que Gloria Fuertes se convirtiera definitivamente en la poeta de los niños fue a mediados de los años 70. En esa época colaboró en diversos programas infantiles. Con esta actividad ganó cinco veces el Premio “Aro de Plata” de RTVE.
No fueron los únicos premios que recibió a lo largo de su vida. Consiguió el Primer Premio de “Letras para canciones” de RNE en 1947. Con Todo asusta recibió la Primera Mención del Concurso Internacional de Poesía Lírica Hispana en 1959. Obtuvo el Premio Acento en 1965 con el libro En pie de paz. Con Ni tiro, ni veneno, ni navaja obtuvo el Premio Guipúzcoa de 1965. Cangura para todo le dio el Diploma de Honor del Premio Andersen Internacional de Literatura Infantil en 1968. En 1972 obtuvo el Premio a la Mejor Letra Canción de la Paz de Valladolid.
En su obra literaria, podemos distinguir dos campos: la literatura infantil y la literatura para adultos.
Gloria Fuertes es una de las principales voces de la poesía femenina de la segunda década del siglo pasado. Con un lenguaje sencillo, directo, aderezado con metáforas y juegos lingüísticos, sabe reflejar su amor a la infancia, a los humildes y a la vida. Con su obra denuncia la injusticia social, impregnando sus poemas con un tinte de humor muy peculiar, un humor que sirve para construir la realidad de una forma especial y descubrir la verdad de las cosas.
La gente dice:
“Pobres tiene que haber siempre”
y se quedan tan anchos,
tan estrechos de miras,
tan vacíos de espíritu,
tan llenos de comodidad.
Yo aseguro
con emoción
que en un próximo futuro
sólo habrá pobres de vocación.
Su poesía se caracteriza también por la musicalidad y por el lenguaje cercano a la oralidad.
Autora más apreciada y estudiada en el extranjero que en España (sobre todo por parte del hispanismo americano) con el tiempo se reconocerá la importancia de su obra literaria.
Gloria Fuertes falleció en Madrid en 1998 y legó su fortuna a un orfanato.