(resumen para Secundaria)
No se sabe con certeza cuándo nació el castellano, aunque se calcula que fue entre los siglos VIII y IX. En cualquier caso, los primeros testimonios en este idioma datan del siglo X. Durante la Edad Media, el castellano presenta un estadio intermedio entre el latín y el español actual. En esa época presenta algunos rasgos característicos, principalmente fonéticos, entre los que encontramos los siguientes:
– Conserva la f- inicial latina (por ejemplo, en fierro o facer).
– Se mantienen consonantes que desaparecerán, como la s sonora, la grafía ç o la x como j.
– El verbo “haber” tenía el significado de “tener”.
– La segunda persona de los verbos terminaba en –ades, -edes (como por ejemplo, “amades” en lugar de “amáis”).
– Aparecían formas como estó, so y do en lugar de “estoy”, “soy” y “doy”.
– La conjunción copulativa era e: “padres e fijos”.
– La e átona final solía apocoparse, como en “noch” o “diz”.
– Aparecían arabismos, algunos de uso muy común hoy día (“almohada”, por ejemplo), pero también algunos que ya no utilizamos como “adalid” (un caudillo militar) o “alfanje” (que era una espada curva).
– Hay muchas vacilaciones en la escritura (“hombre”, por ejemplo, podía aparecer como “home”, “omne”, “onre”, etc).
Recordemos que durante la Edad Media había muy pocas personas que supieran leer y escribir. Normalmente, solo los clérigos, y los manuscritos se copiaban en los monasterios. A partir del siglo XIII, con el desarrollo de las universidades y la difusión del papel, el proceso de copiar se hizo más barato y más rápido. Con la imprenta, en el siglo XV, se multiplicaron las copias.